Vida Diaria
(Puedes escuchar este tema en nuestro Podcast)
QUÉ ESTÁ PRODUCIENDO MI CAMINO.
Nuestro camino debe ser enfocado en poder alcanzar un buen fruto, esto lo logramos cuando sembramos en el corazón la buena semilla a través de la Palabra de Dios, siendo diligentes en conocerla y obedecerla para que a su debido tiempo de fruto agradable y perfecto al Señor.
En sentido figurado cuando se habla de fruto da la idea del resultado de toda acción, decisión o manera de vivir, esto tiene su base en lo que se recibe y alberga en el corazón. El fruto alcanza cada aspecto de la vida, en lo espiritual, material, físicamente, aun nuestra descendencia; marcando un caminar justo o impío. “Si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo” 2 Pedro. 1:5-8.
Algo importante de tomar en cuenta es que cuidemos nuestra relación con el Señor y nos presentemos a Él con un corazón humilde y obediente, esto se reflejara en la forma en se enfrentan las diferentes situaciones en la vida. Además, que limpia el corazón de todo aquello que estorba el crecimiento en Cristo, dejando espacio para que los frutos del Espíritu de Dios sean visibles; pues va dando cabida a la gracia redentora que nos restaura y transforma a una vida justa y piadosa. Un árbol bueno crece en fe, la Palabra de Dios es su base para ejercitar cada área de nuestra vida y actuemos de la manera correcta, manifestando la naturaleza de Dios y dejando sembrada la buena semilla a través de nuestro testimonio en Cristo.
Jeremías 17:8 “Será como árbol plantado junto al agua, Que extiende sus raíces junto a la corriente; No temerá cuando venga el calor, Y sus hojas estarán verdes; En año de sequía no se angustiará Ni cesará de dar fruto” La manera de vivir debe reflejar justicia, humildad y fidelidad, es decir la forma en que ha crecido y nutrido el árbol, es decir nosotras, esto dependerá de cómo nutrimos el corazón; si no es así, no se puede garantizar un buen fruto. La forma en que expresamos las palabras, acciones, deseos, intenciones, será la tarjeta de presentación ante otros; es difícil vivir por apariencias, estas se convierten en cargas pesadas que hacen nuestros pasos lentos y poco provechosos. Por lo cual tengamos siempre presente que un fruto bueno reflejara la forma en que nos desarrollamos y maduramos en Cristo, centrando nuestro camino en su propósito, y prestando atención a lo alberga nuestro corazón. Tomemos siempre en cuenta que toda enseñanza debe estar basada en las verdades de Dios y no usarlas para nuestro beneficio. Pues esto nos hace consientes que todo lo que hagamos dará un fruto; busquemos que sea bueno, agradable y perfecto para Dios.
Por Sandri de García
#confianza
Sandra Lizeth Recinos Perera de García, 22 años de casada, madre de 2 hijos. 35 años cristiana, Graduada de Instituto Bíblico Jesucristo en BACCALAUREATUS EN TEOLOGÍA.
Ha trabajado con diferentes grupos a nivel ministerial desde 1996, ministrando, enseñando y aconsejando, estuvo de misionera durante once años en Colombia, actualmente es parte de Iglesia Cristiana Jesucristo, donde tiene el privilegio de apoyar en ministerio de damas y niños.
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