Vida Diaria
(Puedes escuchar este tema en nuestro Podcast)
LA PRISION DEL EGOCENTRISMO
Una persona egocéntrica se caracteriza porque su principal motivo es ser el centro de atención, donde este donde sus opiniones y deseos tienen que ser las más interesantes e importantes sobre los demás, esto le lleva a que sus hábitos, pasiones y deseos se conviertan en su propia prisión, arrastrando a los que lo rodean a ser aprisionados con ella para alimentar lo que hay en su mente y corazón causando conflictos por esta actitud.
Proverbios 4:23 (LBLA) “Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida.” El corazón es un recipiente que puede contaminarse con facilidad si no tenemos cuidado de lo que depositamos en él, por ello la restauración y cambio empieza en ese lugar, esta es la mayor necesidad pues un corazón contaminado lleva a pensamientos errados y actitudes que reflejan los placeres mundanos. Del corazón debe brotar gozo, paz, sabiduría; de esta manera nuestros pensamientos traen bienestar no solo a nuestra vida sino a la vida de quienes nos rodean. Cuando nos centramos en Cristo hay vida con propósito, por lo cual debemos despojarnos de todo ego porque este puede limitar el propósito del Señor en nosotras a través del sacrificio de Cristo.
Marcos 7:20-23 “Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.” El mayor enemigo de nuestras vidas somos nosotras mismas, un corazón egocéntrico, funciona en base al orgullo, altivez y egoísmo; argumentando que nunca se equivoca, siempre tiene la razón y lo sabe todo, sus parámetros para vivir se encuentran en ellos mismos, cambiando la libertad en Cristo por el libertinaje del mundo y la carne.
¿Qué puede frenar el egocentrismo en nosotras? Esta pregunta la responde Efesios 4:2 “Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor.” La humildad y mansedumbre son opuestos al egocentrismo, pues no buscan lo propio sino hacer la voluntad de Dios, agradarle a El en todo. No dicen yo soy la más importante, dicen ¿puedo ayudarte en algo?, deseo hacer la voluntad de Dios, siempre atentas a escuchar en lugar de hablar y hacerse notar. Cuan importante es poder vivir en función de ser útiles a otros, pues esto es parte de desarrollar nuestros dones y talentos además quien da la recompensa es el Señor.
En una ocasión escuche cuando una joven se quejaba porque no habían reconocido su servicio en un retiro juvenil, uno de los lideres le pregunto ¿Para quién serviste hoy? La respuesta de ella fue; para Dios porque quiero agradarle a Él, el líder le dijo entonces da gracias a Dios por la oportunidad de poder dar lo mejor de ti para la obra de Dios. Pues si para las personas paso desapercibido lo que has hecho y no se te valoro, para el Señor fue valioso tu servicio de hecho su corazón se agrado de ti y a su debido tiempo te recompensara. Esta joven al comprender lo que se le decía cambio su semblante y dio gracias a Dios por ser parte de su obra en ese lugar. Como ella no estamos exentas de querer reconocimiento, pero una relación estrecha con el Señor nos llevara a retomar el hecho que el centro de nuestra vida es Cristo, que vivimos para El y por El, esto trae libertad y rompe toda atadura. “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo.” Filipenses 2:3.
Por Sandri de García
#egocentrismo
Sandra Lizeth Recinos Perera de García, 22 años de casada, madre de 2 hijos. 35 años cristiana, Graduada de Instituto Bíblico Jesucristo en BACCALAUREATUS EN TEOLOGÍA.
Ha trabajado con diferentes grupos a nivel ministerial desde 1996, ministrando, enseñando y aconsejando, estuvo de misionera durante once años en Colombia, actualmente es parte de Iglesia Cristiana Jesucristo, donde tiene el privilegio de apoyar en ministerio de damas y niños.
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