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La Culpa

Vida Diaria



LA CULPA

Cuando cometemos alguna falta que afectan a otras personas o situaciones, viene el sentimiento de culpa experimentando impotencia, angustia, tristeza o remordimiento como consecuencia de actuar de forma inapropiada, haciendo de las emociones y pensamientos un caos llevando a confusión.


Generalmente cuando hay sentimiento de culpa la persona se pone a la defensiva, por la vergüenza o temor a ser descubierta y señalada por su falta. Muchas veces se llega a los extremos cayendo en depresión profunda, e incluso la culpa es una barrera fuerte que nos impide arrepentirnos o corregir nuestra falta por temor a ser rechazadas o juzgadas.


Salmos 51:3-5 “Porque yo reconozco mis transgresiones, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti sólo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos, de manera que eres justo cuando hablas, sin reproche cuando juzgas. He aquí, yo nací en iniquidad, y en pecado me concibió mi madre.” David manifiesta su aflicción a causa de su pecado con Betzabé y de enviar a la muerte a su esposo, había cayado su pecado por vergüenza, sin embargo esta culpa y vergüenza lo llevo a abrir su boca y confesar su pecado. Sus faltas no habían sido fáciles, pues muchas personas salieron afectadas entre ellas su misma familia, sin embargo necesitaba arrepentirse de ellas y apelar a la misericordia de Dios, para acallar su alma, para que su pensamiento y su corazón encontraran paz y así corregir la situación en que se encontraba.


Salmo 32:5 “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.” En la confesión de un corazón arrepentido está el perdón el cual es el primer paso para ser liberados de la culpa, Esto lleva a restaurar nuestra alma, un proceso donde aceptamos el perdón el cual quita la carga que lleva la culpa, esto también nos lleva a tomar responsabilidad de nuestras faltas, corrigiéndolas en la dirección del Señor, es ahí donde aprendemos a caminar sin remordimiento siendo dóciles al Señor para ayudarnos en la corrección de la forma en que actuamos para no afectar a otras personas y aun a nosotras mismas.


La sangre de Cristo limpia nuestras vidas del pecado, nos justifica ante el Padre, por ello es importante que caminemos en esa justificación, es importante que aprendamos a dejar nuestros sentimientos en manos del Señor ya que estos manifiestan lo que hay en nuestra mente, estos nos cambian de un día para otros por lo cual memorice versículos bíblicos. “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”. Gálatas 2:20.


Pidamos al Espíritu Santo que nos ayude con aquello que nos está afectando y nos lleva a pecar, además aprendamos a restituir a las personas que afectamos, esto quita cargas y deudas de nuestro corazón, pero cuidado porque debe ser todo en sabiduría, prudencia y dirección del Señor.


Dejemos de vivir en las faltas del pasado, soltemos todo dolor, angustia y vergüenza que trae la culpa, y caminemos en el perdón y libertad que nos da el Señor.



Por Sandri de García








Sandra Lizeth Recinos Perera de García, 22 años de casada, madre de 2 hijos. 35 años cristiana, Graduada de Instituto Bíblico Jesucristo en BACCALAUREATUS EN TEOLOGÍA.


Ha trabajado con diferentes grupos a nivel ministerial desde 1996, ministrando, enseñando y aconsejando, estuvo de misionera durante once años en Colombia, actualmente es parte de Iglesia Cristiana Jesucristo, donde tiene el privilegio de apoyar en ministerio de damas y niños

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