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La Balanza de nuestros pensamientos.



La manera en que hablamos refleja lo que pensamos, esto es el resultado de nuestro corazón, si bien es cierto que debemos estar atentas a no dejar que el corazón se contamine, es necesario que no perdamos de vista la mente, generalmente suele traicionarnos y meternos en problemas cuando expresamos lo que pensamos. “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta” Romanos 12:2.


Romanos 12:2. “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta”

La Palabra de Dios nos advierte de la presión de los diferentes movimientos mundanos, estos han existido en todo tiempo y seguirán existiendo, pues solo buscan satisfacer una vida sin Dios, sin embargo, como creyentes estamos regidos a la voluntad de Dios que siempre ira en contra del mundo, pues no busca satisfacer al creyente, sino transformarlo al carácter de Cristo. Por lo que resulta difícil poder seguir adelante, ya que somos confrontados con lo que deseamos y lo que Dios desea para nosotros. Es allí donde debemos permanecer firmes peleando la buena batalla con nuestros pensamientos y decisiones.

Ahora bien ¿Cómo puedo poner freno a estos pensamientos que me abordan y confunden continuamente? Fil. 4:8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” En esta balanza debe ser puesta nuestra mente, y regir todo pensamiento que ahí se alberga. La mente es como un campo de batalla donde se procesa lo que queremos exteriorizar, lamentablemente muchas veces le hemos dado tanta libertad que ya ni sabemos que es lo que realmente estamos pensando, llevando a confusión, dañando y destruyendo nuestra manera de vivir y afectando la vida de otras personas. Cada pensamiento está determinando la manera en que actuaremos, si estamos siendo conformados a la corriente del mundo o si estamos conformados a la verdad y voluntad de Dios.

Nuestros pensamientos deben ser examinados continuamente, alimentando el corazón sabiamente con la Palabra de Dios, al ser conformados por la verdad de Dios nuestra vida, decisiones y actitudes reflejaran esa verdad.

1.Un pensamiento que prevalece en la verdad de Dios trae paz, lleva a ser prudente con las palabras. Un pensamiento basado en mentiras o suposiciones traerá inquietud, alborotará las emociones y causará inseguridad.

2. Los pensamientos honestos, valoran la propia vida y la de los demás, no es honestidad humana, pues lleva a ver con los ojos de Dios, reflejando cuales son realmente las intenciones. Un pensamiento deshonesto, tendrá una intención escondida, y producirá una actitud de mentira y engaño.

3. Un pensamiento justo o recto, reflejara la honestidad de ellos y es consecuente a ser honestos con nosotros mismos y con los demás.

4. Los pensamientos puros, llevan a cuidar celosamente como los alimentamos, buscando santidad y una actitud virtuosa, dejando lascivia, lujuria y todo pensamiento que trate de alimentar morbosidad.

5. Los pensamientos amables, llevan a unidad, servicio y busca el bien de otros, con una actitud de gentileza, reflejando el gran amor de Dios.

6. Pensamientos de buen nombre: esto es algo fuerte, pues no pierde de vista quienes somos en Cristo, por lo cual en el hablar y actuar se reflejará la verdad que hay en la mente, y la fuerza de su acción, para glorificar a Dios.

7. Pensamientos de virtud, son los que deben caracterizar a las mujeres hoy en día ya que no solo esta relacionado a la pureza moral, el gozo del Señor, sino que también la excelencia de un carácter y mente renovado en Cristo.

8. Los pensamientos dignos de alabanza, son los que glorifican a Dios, dan gracias a Dios en todo, y en medio de las tribulaciones, no se alborotan, sino que se llenan de las promesas y verdades del Señor.

Pongamos cada pensamiento en balanza, esto nos lleva a meditar en la Palabra de Dios, caminar en su verdad, buscar ser transformados en Cristo, ser testimonio a otros, y tomar la victoria en Cristo Jesús sobre una naturaleza comprada por su sangre.



Por Sandri de García






Sandra Lizeth Recinos Perera de García, 22 años de casada, con 2 hijos. 35 años cristianismo, Graduada de Instituto Bíblico Jesucristo en BACCALAUREATUS EN TEOLOGÍA.

Ha trabajado con diferentes grupos a nivel ministerial desde 1996, ministrando, enseñando y aconsejando, estuvo de misionera durante once años en Colombia, actualmente es parte de iglesia Cristiana Jesucristo, donde tiene el privilegio de apoyar en ministerio de damas y niños

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