Vida Diaria
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INSTRUYENDO A NUESTROS HIJOS
El termino instruir es muy importante y fundamental en el desarrollo de nuestros hijos, pues nos lleva a enseñar, comunicar conocimientos y doctrina, lo que a ellos se les trasmite puede crear bases firmes para su vida o superficiales que pueden ser removidas con facilidad. Lamentablemente esta parte se la hemos delegado a personas ajenas a nuestra familia o a instituciones, desentendiéndonos de la instrucción de nuestros hijos. Mas esta parte es vital para ellos y es parte de nuestra responsabilidad como padres, pues lo que semienten en su corazón será transmitido a sus propios hijos y estos a su vez la compartirán a su descendencia.
Deuteronomio 6:7-9 “y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.” Estos versículos nos dan la clave para una buena instrucción; pues nos indica que primero esto debe darse en base a la Palabra de Dios esta es Palabra viva y verdadera por lo cual nos da directrices correctas y perdurables de generación en generación. Por ello debemos grabarlas primero en nuestro corazón, luego puestas en practica en nuestra vida, y reflejadas a nuestro alrededor en todo tiempo, lugar, situación y personas.
Proverbios 4:10-12 “Oye, hijo mío, y recibe mis razones, Y se te multiplicarán años de vida. Por el camino de la sabiduría te he encaminado, Y por veredas derechas te he hecho andar. Cuando anduvieres, no se estrecharán tus pasos, Y si corrieres, no tropezarás” El rey David habla a su hijo Salomón marcando fuertemente lo importante que es caminar en la instrucción que da el justo, David fue un hombre temeroso de Dios, obediente, celoso de lo que le pertenecía a Dios, por ello podía instruir a su hijo en la ley de Jehová pues él vivía bajo estas. Cada pasaje de la escritura nos advierten la importancia de llevarlas siempre presente los principios de Dios, para poder repetirlas e instruir a nuestros hijos en ellas, por ello es necesario escucharlas con atención, repetirlas con certeza, vivirlas en obediencia y transmitirlas en todo tiempo, los principios de Dios se viven, no basta con memorizarlas es importante comprender que somos responsables de lo que se siembra en el corazón porque esto marca la conducta en el camino, por lo cual debemos buscar que esta conducta sea el de una mujer virtuosa, temerosa del Señor, instruida en su Palabra, obediente a sus mandamientos, laboriosa en sus acciones, esto es una pequeña parte de lo que es vivir bajo la instrucción del Señor.
Ahora bien, si lo estamos viviendo, y es parte de nuestra vida, se transmitirá a nuestros hijos no solo a través de palabras, sino que ellos verán en nosotras el modelo a seguir, y atraves de nuestros actos ellos encontrarán la manera de replicarla en sus vidas. Cuando instruyamos a nuestros hijos debemos: 1.- Ser celosas y estar vigilantes de lo que ellos perciben en su corazón, 2.- Nuestra instrucción debe estar conforme a la Palabra de Dios, recordemos que este es el manual de vida e ira con ellos y actuara en ellos sin importar donde estén o con quien se relacionen, esto es lo que marca la diferencia en los hijos de los justos. 3.- Nuestras enseñanzas deben ser claras y definida sin términos intermedios o a conveniencia de con quienes se relacionen o donde se relacionen, pues su actitud o intenciones debe estar centrada en un camino de justicia y verdad. 4.- Cuando sea necesarios se les debe corregir en amor, pero con firmeza conforme a la Palabra de Dios. Esta parte es sumamente importante porque a través de la corrección ellos aprenden a valorar la instrucción, pero sobre todo a aprender de sus errores, esto también es una parte esencial en su instrucción porque aprenderán en la práctica a entender lo que es correcto y no es correcto. Cuidémonos de pensamientos equivocados ya que la forma en que instruye el justo no es legalismo ni religiosidad, es enseñarles a nuestros hijos a vivir con un carácter integro que lleva a prosperidad y rectitud. El resultado de una instrucción sabia la describe Salmo 1:1-3 “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.”
Por Sandri de García
#confianza
Sandra Lizeth Recinos Perera de García, 22 años de casada, madre de 2 hijos. 35 años cristiana, Graduada de Instituto Bíblico Jesucristo en BACCALAUREATUS EN TEOLOGÍA.
Ha trabajado con diferentes grupos a nivel ministerial desde 1996, ministrando, enseñando y aconsejando, estuvo de misionera durante once años en Colombia, actualmente es parte de Iglesia Cristiana Jesucristo, donde tiene el privilegio de apoyar en ministerio de damas y niños.
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