Vida Diaria
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DUREZA DE CORAZÓN
La dureza de corazón se caracteriza porque se niega a obedecer, escuchar o entender la Palabra de Dios y hacer su santa voluntad; como consecuencia de una vida de mundanalidad o a causa de heridas emocionales que llevan a no querer perdonar, dando cabida a raíz de amargura.
Hebreos 3:7-9 “Por lo cual, como dice el espíritu santo: si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación, como en el día de la prueba en el desierto, donde vuestros padres me tentaron al ponerme a prueba, y vieron mis obras por cuarenta años”. El pueblo de Israel era el pueblo amado del Señor, ellos debían ser perseverantes en su camino, confiar en que era el Señor quien tenía el control de todo y entregarse por completo. Dios quería hacer de ellos un pueblo único entre el resto de pueblos, pero a causa de su necedad solo vieron y experimentaron pequeños vislumbres de lo que era la presencia de Dios en su vida.
Este pueblo se caracterizó por un corazón necio y rebelde, el cual no pudo alcanzar las grandes dádivas del Señor para su vida y la de su descendencia. Efesios 4:18 “Entenebrecidos en su entendimiento, excluidos de la vida de Dios por causa de la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su corazón”. Un entendimiento entenebrecido es ajeno a la voluntad de Dios, camina por su propio entendimiento humano y lógico, buscando satisfacer sus propios deseos, es un entendimiento lleno de vanidad y egoísmo.
La condición de un corazón endurecido no solo afecta las emociones y voluntad, este alcanza nuestro espíritu y puede afectar la eternidad, mas no podemos desechar a aquellos que se encuentran en esta condición, el sacrificio de Cristo alcanza a quienes lo acepten como su salvador, El vino a este mundo por los que estábamos perdidos, por aquellos que andábamos en tinieblas. Hebreos 3:12-15 “Hermanos, cuídense de que ninguno de ustedes tenga un corazón tan malo e incrédulo que se aparte del Dios viviente. Al contrario, anímense unos a otros cada día, mientras dura ese «hoy» de que habla la Escritura, para que ninguno de ustedes sea engañado por el pecado y su corazón se vuelva rebelde. Porque nosotros tenemos parte con Cristo, con tal de que nos mantengamos firmes hasta el fin en la confianza que teníamos al principio. Por lo cual dice: «Si hoy escuchan ustedes lo que Dios dice, no endurezcan su corazón como aquellos que se rebelaron”. Oremos por aquellos que persisten en su dureza de corazón, guardemos nuestra lengua de no juzgarlos y dejemos que Dios obre en sus corazones. Si Cristo tuvo paciencia y persistencia con cada una de nosotras para sacarnos de una vida necia y llevarnos a caminar como hijas suyas, seamos agradecidas y clamemos por aquellos que aún están en tinieblas, seamos luz a quien aún necesita de Cristo.
Por Sandri de García
#hermosura
Sandra Lizeth Recinos Perera de García, 22 años de casada, madre de 2 hijos. 35 años de ser cristiana, Graduada de Instituto Bíblico Jesucristo en BACCALAUREATUS EN TEOLOGÍA.
Ha trabajado con diferentes grupos a nivel ministerial desde 1996, ministrando, enseñando y aconsejando, estuvo de misionera durante once años en Colombia, actualmente es parte de Iglesia Cristiana Jesucristo, donde tiene el privilegio de apoyar en ministerio de damas y niños.
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