Vida Diaria
(Puedes escuchar este tema en nuestro Podcast)
CONOCIENDO A UN PADRE AMOROSO.
Creo que este tema toca el corazón de muchas de nosotras pues uno de los faltantes más grandes en la vida es la necesidad de ser protegidas, amadas, aceptadas, el tener a alguien que nos guíe y provea lo que necesitamos. Cuando llegamos al Señor nos es tan difícil poder aceptar que somos sus hijas y que Él es nuestro Padre pues de manera consciente o inconsciente lo estamos relacionando con nuestra experiencia por lo cual nos es tan difícil confiar, más sin embargo esto es una realidad en la cual debemos caminar y crecer ya que en la medida que lo hagamos conoceremos y amaremos a aquel que no escatimo nada para que lo podamos llamar Padre.
Dios es un padre nos amó primero y nos buscó: “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados.” 1 Juan 4:10; Este amor está de un Padre que entrego lo más valioso y era a su único hijo por amor a nosotras, para rescatarnos de la condenación y hacernos parte de su reino como sus hijas y coherederas con Cristo Jesús. Además, el sacrificio de Cristo en una cruz fue voluntario para llevar sobre el todo el pecado y así ser apartadas en justicia y santidad, pues ahora pertenecemos a un Dios justo y santo. ¡Cuan grande es el amor de nuestro Padre!
Dios es un Padre que nos ama incondicionalmente: “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.” Romanos 5:8; Siendo rebeldes, llenas de pecado, con un corazón que caminaba en la mundanalidad y egoísmo, tuvo misericordia de nosotras y sin merecerlo nos entregó la salvación. Hemos sido creadas con un propósito, y en la gran fidelidad de Dios, Cristo se convirtió en el lazo que nos lleva a su presencia, reconciliándonos con nuestro Padre amoroso.
Dios es un Padre que protege a sus hijas: “¡Cuán precioso, oh Dios, es tu gran amor! Todo ser humano halla refugio a la sombra de tus alas.” Salmo 36:7; Esto refleja su bondad para con nosotras manifestando su tierno cuidado además el inicio de este versículo nos guía a valorar de tal manera ese cuidado, ya que en el experimentamos su protección, dedicación a transformar nuestras vidas, en medio de las dificultades el extiende sus alas para que encontremos refugio, nos da calor, protección y la seguridad que necesitamos.
Dios es un Padre que dará consuelo y ayudara a sus hijas cuando lo necesiten: “No bien decía: «Mis pies resbalan», cuando ya tu amor, Señor, venía en mi ayuda. Cuando en mí la angustia iba en aumento, tu consuelo llenaba mi alma de alegría.” Salmo 94:18-19; En tiempos difíciles es el único que permanece fiel, moviendo todo a nuestro alrededor para enseñarnos y a la vez nos fortalece, en su gran amor muchas veces cierra el camino delante de nosotras para evitar que nos hagamos daño y que nada nos estorbe para alcanzar lo que ha preparado para cada una de nosotras.
Dios es un Padre cuyo amor permanece en nosotras: “Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.” Romanos 5:5” Nuestro Padre no limita su amor, dice que la derrama en nuestro corazón, esto no es por gotas, o por raciones, El la está derramando en tu vida y en la mía ¿Qué esperamos para dejar de luchar y que el Santo Espíritu nos muestre ese amor? Hay una realidad y es que lo necesitamos, lo deseamos, nada justifica el que tengamos temor, pues es un Padre fiel y su mayor anhelo es que abracemos su presencia y no nos soltemos de ella.
Amadas del Señor esto es una pequeña muestra de quien es nuestro Padre, si queremos conocer más y como un tierno polluelo reposar bajo sus alas, busquemos su presencia día a día, amémosla y aferrémonos a su gran amor. Nuestro Padre amado nos esta esperando en todo tiempo con un corazón amoroso, restaurador, con un amor incondicional.
Por Sandri de García
#conociendoaunpadreamoroso
Sandra Lizeth Recinos Perera de García, 22 años de casada, madre de 2 hijos. 35 años cristiana, Graduada de Instituto Bíblico Jesucristo en BACCALAUREATUS EN TEOLOGÍA.
Ha trabajado con diferentes grupos a nivel ministerial desde 1996, ministrando, enseñando y aconsejando, estuvo de misionera durante once años en Colombia, actualmente es parte de Iglesia Cristiana Jesucristo, donde tiene el privilegio de apoyar en ministerio de damas y niños.
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