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Cambios que Fructifican en BONDAD

Vida Diaria





(Puedes escuchar este tema en nuestro Podcast)



CAMBIOS QUE FRUCTIFICAN EN BONDAD


En muchas ocasiones hemos escuchado que debemos ser bondadosas, lo cual generalmente nos motiva a ayudar al necesitado, o el esforzarnos por hacer cosas buenas manifestándolo externamente, pero que al final cansa y frustra porque la bondad que muchas veces practicamos o conocimos siempre pedía algo a cambio para satisfacer nuestro ego por el bien que habíamos hecho a otros.

¿Qué es bondad? La verdadera bondad es la que inicia en el corazón de una mujer dócil y humilde que busca agradar a Dios, por ello se caracteriza por hacer lo correcto moralmente, enfocándose en la eternidad de su vida y de otros. Esta no es el impulso momentáneo de hacer el bien, es constante, alimentado por el deseo de servir a quien lo necesite sin buscar retribución alguna, además es parte del fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5:22-23).


Efesios 5:9 “porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad” La bondad busca hacer lo bueno para honrar a Dios, no para quedar bien con los demás, esto implica un carácter justo, sujeto y obediente a la verdad de su Palabra, porque refleja la naturaleza de Dios en ella. Por ello no se mueve por emociones, preceptos humanos, o vanidad humana, sino guiado por el Santo Espíritu de Dios esto trae esperanza al necesitado sin limitarse a lo físico o material, busca ayudar en el alma y el espíritu, para dar a conocer la máxima expresión de bondad de Dios para nosotras al entregar a su amado Hijo en una cruz para poder estar en su maravillosa presencia. El extendió su mano a nuestro corazón necesitado de amor, aceptación y perdón.


“Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe.” Gálatas 6:10, Tomemos en cuenta que el caminar en Cristo no quiere decir que no necesitemos de la mano del hermano, o que él o ella no nos necesite, recordemos que somos instrumentos útiles en manos de un Dios que desea usarnos con poder, muchas veces vemos a nuestros hermanos mas desconocemos por lo que están pasando, pero el Señor lo sabe y el puede usarnos para fortalecer a esa persona y para animarlo a continuar en su camino. El fruto de la bondad suple la necesidad interna del corazón y aun del espíritu, es la que busca que nuestros hermanos no se pierdan en la oscuridad nuevamente, se convierten en nuestra razón para pelear la batalla en oración, gimiendo por que no se pierdan en el camino.


Hace algunos años una mujer que era parte de un grupo cristiano de damas, se marcho molesta en realidad nunca supe cual fue el problema, meses después me topé con ella en la calle, su actitud fue grosera y altiva, pero fui impulsada por el Señor, le dije que era bueno verla de nuevo y le sonreí, sin darme cuenta la estaba abrazando muy fuerte. Ella no dijo nada y luego se despidió, alguien hizo el comentario que había regresado al grupo de damas a la semana siguiente y había dicho que se sentía tan sola y vacía, pero que en nuestro encuentro se había dado cuenta lo importante que era para el Señor, y que eso la había motivado a volver. Pudo parecer un abrazo superficial y por compromiso, pues nunca tuve una relación estrecha con ella, pero lo que esta mujer experimento fue el abrazo de Dios diciéndole cuan importante era, su corazón estaba recibiendo la respuesta y esperanza consoladora que necesitaba.


Estos son gestos de bondad guiados por el Señor en nuestra carne o emociones no podemos alcanzar a suplir la necesidad que hay en los corazones de nuestros hermanos, porque implica dejar nuestra propia carnalidad, pero cuando el Espíritu de Dios se mueve en nosotras podemos ser luz a otros, busquemos la presencia del Señor para suplir nuestra necesidad y extendamos nuestro corazón para servir a quien lo necesite a través de la presencia de Dios. Salmo 37:6 “Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.”






Sandra Lizeth Recinos Perera de García, 22 años de casada, madre de 2 hijos. 35 años cristiana, Graduada de Instituto Bíblico Jesucristo en BACCALAUREATUS EN TEOLOGÍA. Ha trabajado con diferentes grupos a nivel ministerial desde 1996, ministrando, enseñando y aconsejando, estuvo de misionera durante once años en Colombia, actualmente es parte de Iglesia Cristiana Jesucristo, donde tiene el privilegio de apoyar en ministerio de damas y niños.


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