
"Mejor son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo." – Eclesiastés 4:9
Vivimos en un mundo que nos empuja a la independencia, a creer que podemos con todo solas. Sin embargo, la Palabra de Dios nos recuerda que hay poder en la unidad. Dios nos ha diseñado para apoyarnos unas a otras, para caminar juntas en amor y fortaleza.
A veces, el orgullo o el miedo nos impiden pedir ayuda, pero Dios nos anima a rodearnos de personas que nos edifiquen. Una amiga, una hermana en la fe, puede ser el instrumento de Dios para levantarnos en los momentos difíciles y celebrar con nosotras en las victorias.
Hoy, reflexiona sobre las relaciones en tu vida. ¿Tienes una amiga o hermana en Cristo con quien puedas compartir tu caminar? Si no, ora para que Dios te ayude a construir relaciones significativas. Si ya la tienes, envíale un mensaje, agradécele su amistad y fortalece ese lazo.
No camines sola. Busca una compañera de oración, una consejera sabia o simplemente una amiga con quien compartir la carga. Juntas, somos más fuertes.
Oración
Señor, gracias porque no me creaste para caminar sola. Ayúdame a valorar y fortalecer las relaciones que me has dado. Dame humildad para pedir ayuda cuando la necesite y un corazón generoso para apoyar a otras. Pon en mi vida amigas que me acerquen a Ti y permíteme ser una bendición para ellas. En el nombre de Jesús, amén.
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