A lo largo de la vida enfrentamos heridas que no siempre son visibles. Algunas provienen de palabras que nos han lastimado, experiencias dolorosas o incluso nuestras propias decisiones. En medio de estas heridas, Dios nos da una promesa poderosa: Su Palabra tiene el poder de sanar y restaurar.
El Salmo 107:20 nos recuerda que Dios no solo sana físicamente, sino que también trae sanidad a nuestras emociones, pensamientos y espíritu. Su Palabra es medicina para el alma, luz en la oscuridad y esperanza en medio de la desesperanza. A través de la Biblia, Dios nos muestra Su amor, Su fidelidad y Su deseo de restaurarnos completamente.
Hoy, pregúntate: ¿Hay áreas en tu vida que necesitan sanidad? Tal vez arrastras heridas del pasado, luchas con pensamientos negativos o sientes que has caído en una "ruina" emocional o espiritual.
Dios quiere que le entregues esas heridas. Pasa tiempo en Su Palabra, medita en Sus promesas y permite que Él trabaje en tu corazón. Así como envió Su Palabra para sanar en el pasado, hoy sigue obrando en quienes confían en Él.
Oración
Señor, gracias porque en Tu amor enviaste Tu Palabra para sanarme y liberarme. Hoy te entrego mis heridas, mis pensamientos y mis temores. Permite que Tu verdad llene mi vida y traiga restauración a cada área que necesita Tu toque sanador. Enséñame a confiar en Ti y a recibir la paz y el gozo que solo Tú puedes dar. En el nombre de Jesús, amén.
Comments