
La vida nos desafía constantemente a dar lo mejor de nosotras, incluso cuando no vemos resultados inmediatos. Eclesiastés 11:1 nos invita a sembrar con generosidad, aun sin saber cuándo ni cómo cosecharemos. Como mujeres, muchas veces damos amor, apoyo y servicio sin recibir una recompensa inmediata, pero Dios promete que toda buena semilla dará fruto en el tiempo correcto.
Este versículo nos anima a confiar en Dios mientras hacemos el bien, sin desanimarnos si no vemos respuestas rápidas. A veces, nuestras palabras de ánimo, nuestros actos de bondad o nuestra dedicación parecen no hacer diferencia, pero Dios ve cada esfuerzo y lo usa para bendecir a otros y a nosotras mismas.
¿Estoy sembrando con fe en mi familia, trabajo y comunidad, aunque no vea resultados inmediatos?
¿Confío en que Dios multiplicará lo que hoy entrego con amor?
¿Soy generosa con mi tiempo, palabras y recursos, sabiendo que Dios es fiel para recompensar en su tiempo perfecto?
Hoy es un buen día para sembrar con fe, confiando en que Dios traerá la cosecha a su debido tiempo.
Oración
Señor, gracias por recordarme que cada acto de amor y bondad que siembro tiene un propósito. Ayúdame a ser generosa sin esperar reconocimiento inmediato, confiando en que Tú ves cada esfuerzo y lo recompensarás en Tu tiempo. Dame paciencia y perseverancia para seguir sembrando en mi vida y en la de los demás. En el nombre de Jesús, amén.
Comments