"Hasta vuestra vejez yo seré el mismo, y hasta las canas yo os sostendré. Yo lo he hecho así, y os seguiré llevando. Yo os sostendré y os libraré" Isaías 46:4
Isaías 46:4 nos recuerda el carácter inmutable y fiel de nuestro Dios. Este versículo es una promesa de amor eterno, cuidado constante y fidelidad inquebrantable, sin importar las etapas de la vida que atravesemos.
Para nosotras como mujeres cristianas, esta palabra nos anima a descansar en el Señor, sabiendo que no importa si somos jóvenes, maduras o mayores; Dios nunca cambia. Él nos sostiene con Su amor y Su fuerza.
Dios nos cuida desde el principio hasta el final: Él nos formó en el vientre de nuestra madre y ha estado con nosotras en cada paso del camino. Aun cuando nuestras fuerzas flaqueen, Su poder es perfecto y suficiente.
Su fidelidad no depende de nuestras circunstancias: La vida puede traer desafíos, dolores y cambios, pero Dios permanece fiel. Nos promete que nos llevará en Sus brazos y nos protegerá siempre.
Somos valiosas a cualquier edad: Este versículo nos asegura que nuestra edad o apariencia física no disminuyen nuestro valor delante de Dios. Para Él, siempre somos Sus hijas amadas, dignas de Su cuidado y atención.
Te invito a reflexionar sobre esta pregunta: ¿Hay áreas de tu vida en las que necesitas confiar más en el cuidado fiel de Dios? Hoy, deja tus preocupaciones a Sus pies y permite que Él te lleve en Sus brazos amorosos.
Que esta promesa sea un recordatorio de que nunca estamos solas. Desde el comienzo hasta el final, Dios es nuestro refugio y fortaleza.
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